jueves, 29 de julio de 2010

CUIDEMOS EL AGUA DE NUESTRAS MONTAÑAS











¡Lo que se promete hay que cumplirlo!!!











Colaboración Para CUMBREROS
Ya no hay agua para todos...
Los andinistas que ascendemos y transitamos montañas por la Cordillera de Los Andes comprendemos, antes que nadie, la gravedad de los problemas que en nuestro entorno y en todo el mundo planteará a corto plazo el abastecimiento de agua para ser consumida o utilizada por la agricultura y la industria.
Lo que creíamos años atrás que el agua era inagotable y un cheque en blanco que nos daba la naturaleza, hoy nos damos cuenta de que no es así: es un recurso limitado. El agua en nuestras montañas brota de glaciares, ahora sobre los 5.000 metros y en franco retroceso, y desciende en finos hilos de plata hasta ir formando, con filtraciones que se incorporan, pequeños cauces que al unirse van creciendo poco a poco constituyendo preciosos y frágiles ecosistemas que han servido para la vida del hombre y de miles de especies.
Pero contemplamos ahora en las montañas como empresas mineras de corporaciones internacionales, con enquistados y contaminantes procesos y procedimientos de explotación, se enriquecen vilmente llevándose minerales estratégicos, y son apoyadas por gestores y políticos locales, dejando sólo unos pocos pesos, de incierto destino, menos agua, y mucha agua contaminada y destrucción.
Estas corporaciones son las principales responsables de los atentados que se cometen contra nuestros ecosistemas de montaña. Y si bien importa mucho el daño que ocasionan al suelo, a la flora, a la fauna, a la calidad del paisaje y del aire, y al patrimonio arqueológico, el mayor impacto, que no admite planteo alguno, se produce sobre el agua. El tremendo consumo de agua que requiere la mega-minería agota afluentes provenientes de glaciares, seca manantiales, ríos y también los mantos acuíferos profundos. En forma concomitante contaminan millones de litros de aguas superficiales y freáticas con tóxicos como cianuro, xantato, ácido sulfúrico y otros.
Del agua depende la vida, la producción de alimentos y la subsistencia de todos los ecosistemas. Ya no hay agua para todos. La superpoblación, el mal uso del agua y la contaminación están haciendo crisis. Tendremos graves problemas de abastecimiento de agua potable en los próximos años. Las reservas superficiales y subterráneas están cada día más contaminadas por productos químicos y tóxicos que perdurarán por siglos. En los próximos decenios la disponibilidad de este preciado elemento alcanzará proporciones de crisis planetaria.
Mientras no se proceda a dictar leyes ecológicas con carácter de imprescriptibles que castiguen el inmoral daño que se le está haciendo al ecosistema andino, los andinistas no podemos permanecer impasibles. Es necesario difundir, denunciar y luchar para que sea de conocimiento público lo que acontece en nuestro medioambiente.
Jaime Suarez







CUIDEMOS EL AGUA











Que absurdo ya, la denominación de Nevado en muchas de nuestras montañas. Responde a condiciones geográficas del siglo pasado. En Los Andes centrales y del norte de Argentina, en la actualidad, sólo son contemplables grandes manchas blancas de nieve, como resultado de  alguna tormenta. Han desaparecido, y lo siguen haciendo los glaciares que cubrían las cumbres y laderas de muchas de nuestras cúspides. Para colmo, la minería química a cielo abierto está contaminando miles y miles de litros de agua de las reservas acuíferas que han resultado y resultan del derretimiento nieve y de glaciares, antes considerados “eternos”, y que son y serán irreemplazables. Todo eso significa mucha riqueza para algunos extranjeros, unos pocos y miserables dólares para algunos coterráneos, mucha miseria para el porvenir de nuestras poblaciones de ecosistemas de montaña y futura contaminación para todos.
JS












EDUARDO GALEANO - Dr. Honoris Causa UnCuyo






Por Causa de Honor Eduardo Galeano recibió un doctorado de la Universidad Nacional de Cuyo, y nosotros, las centenas de personas que nos encontrábamos en el Aula Maga donde se realizó el acto protocolar, recibimos un compendio de su sabiduría y de sus formas estéticas.

Dedicó Galeano el Doctorado Honoris Causa que le entregó el rector de la UNCuyo, Arturo Somoza, en el Día Mundial del Agua, a los militantes del agua, “que en Mendoza y en otras tantas comarcas del mundo dedican sus mayores energías a luchar contra las empresas que la envenenan, convirtiéndola en una mercancía, cuando el agua es un derecho de todos”.

La dedicatoria despertó el aplauso de todo el auditorio y los vítores de los militantes que se habían ubicado en distintos lugares del foro con sus consignas ambientalistas. 




Bastan 0,5 miligramos de cianuro de sodio por litro de agua para que sea letal


El simple contacto con el agua hace que el cianuro de sodio se disuelva con rapidez. Su peligrosidad es tan alta que únicamente se necesitan 0,5 miligramos de esta sustancia por litro de agua para que la mezcla sea letal, dijo el químico de la Universidad Nacional de Colombia Manuel Freddy Molina.

Es importante saber que el cianuro es un ión (átomo, molécula o partícula con carga eléctrica) compuesto por carbono y nitrógeno. Su presentación puede ser en gas o en sólido (cristales blancos), entre otras. 

En gas viene como ácido cianhídrico y es conocido mundialmente como el agente naranja. Se ha utilizado en guerras como la de Irak, para envenenar a cientos de personas. 

Según el químico Manuel Freddy Molina, "comúnmente su presentación es sólida. Para que pase a gas se necesita un pH ácido, es decir alrededor de 3.0. De ahí que la posibilidad de que el cianuro que cayó al río Magdalena se transforme es gas tóxico es mínima, pues el pH de las aguas de este afluente está arriba de 5.5".

El cianuro está presente en la naturaleza en algunas algas, sin embargo no es muy común, pues su transformación es industrial. En el país se usa sobre todo en las minas de oro, para volverlo soluble y extraerlo con facilidad, para limpiar metales y como raticida. 

Debido a su letalidad, es frecuente que algunas personas lo usen para quitarse la vida, ya que la muerte ocurre casi de manera inmediata. El envenenamiento por cianuro es similar al que ocurre con monóxido de carbono, pues se pega a la hemoglobina y evita que el oxigeno llegue a las células.